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vestido de gala de 1908 |
La historia contemporánea de Zaragoza viene marcada por tres hitos importantes: 1808, 1908 y 2008. En este año se conmemoran, con la Expo 2008, los dos anteriores, los Sitios de Zaragoza y la Exposición Hispano-Francesa. La exposición, que comienza hoy y podrá ser visitada hasta el 31 de julio se sitúa en el año 1908, punto central de las tres celebraciones y momento crucial en el que ciudad aragonesa se abre a la modernidad. En este momento, se producen dos innovaciones en el ámbito doméstico de gran interés: la luz eléctrica, utilizada hasta entonces para el alumbrado público, y el agua corriente.
La muestra refleja este mundo doméstico en pleno cambio en 1908. En las casas se mezclaban los útiles tradicionales con las innovaciones que se iban imponiendo. Por eso, junto a grifos de agua corriente, lavabos e inodoros, existían grandes tinajas para almacenar y decantar el agua, aguamaniles y orinales de asiento. Y junto a las más espectaculares lámparas eléctricas, los viejos candiles y linternas. En las grandes ocasiones seguían utilizando las velas como iluminación y en bautizos, Semana Santa y otras ocasiones, el lavado personal se hacía en palanganas.
Los visitantes de esta casa podrán comprobar cómo las grandes casas y mansiones zaragozanas se adornaban con joyas artísticas del pasado entre las que se encuentran bodegones del siglo XVII, cuadros de devoción barrocos, y grandes autores del XIX como Vicente López o Los Bayeu; obras que compartían el espacio decorativo con las nuevas tendencias artísticas con piezas de Fabrés o García Condoy.
La “Casa de 1908”, con domicilio en Ibercaja Actur (C/ Antón García Abril, 1), muestra este mundo conservador a la par que revolucionario, tradicional e innovador. En ella predomina el eclecticismo y pueden contemplarse obras de arte de grandes firmas, piezas de plata, maravillosas cristaleras, cuberterías o vajillas; y también objetos antiguos como planchas de carbón y de alcohol, calientaplanchas, barreños y orzas entre otros. En esta ocasión los objetos relacionados en la casa con el agua adquieren especial protagonismo, ya que se ha puesto especial énfasis en presentar desde paraguas hasta tinajas, jarras, vasos, palanganas y aguamaniles.
La parte textil de la casa también forma un importante capítulo de esta muestra, ya que la casa esta vestida con toda clase de ropa de hogar de la época, y sus habitantes, criadas, grandes señoras y señores, están ataviados con vestidos que son un fiel reflejo de la moda.
Por todo ello la exposición permite que sus espectadores puedan trasladarse a un mundo, desconocido en la actualidad, y participar como invitados de una casa de ese momento con todo lujo de detalles.