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María Victoria Broto en el colegio Cortes de Aragón |
Cerca de 2.350 niños aragoneses se benefician estas vacaciones de Semana Santa del programa de apertura de centros que pone en marcha la Dirección General de Política Educativa del Gobierno de Aragón todos los periodos vacacionales.
La consejera de Educación, Cultura y Deporte, María Victoria Broto, ha visitado el Colegio Público Cortes de Aragón, uno de los 65 centros de Infantil y Primaria que participan en el programa estas vacaciones. En sus instalaciones, más de 40 niños escucharán cuentos, participarán en actividades lúdico-colectivas y harán visitas a centros de interés.
Una de las novedades de este año es que seis centros de Zaragoza capital atenderán a alumnos de otros colegios con el objetivo de que esta medida de conciliación de vida familiar y laboral llegue al mayor número posible de alumnos. Se trata de colegios públicos de Zaragoza capital: el Centro de Educación Especial Alborada y los colegios Cortes de Aragón, Gascón y Marín, Monsalud, Parque Goya y Tío Jorge.
Este año, en la edición de Semana Santa, el programa se ofrece en seis centros más que el curso pasado y la medida llegarán a 300 alumnos más. Por provincias, 16 centros pertenecen a Huesca, 9 a Teruel y 40 a Zaragoza.
La mayoría de las actividades tendrán lugar los días 6, 7, 8 y 13 de abril, y el número de horas que abrirá cada centro varía entre las 2 hasta las 9, si bien la mayoría ofrecen el programa durante 7 horas diarias.
De los 65 colegios inscritos, 32 ofrecen el servicio de comedor y hay dos centros que, además de los proyectos realizados en el propio colegio, incluyen actividades en torno al esquí o el medio natural.
El precio del programa, subvencionado por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte, depende de las actividades que se realicen y de los servicios ofertados como el de comedor. Así, la inscripción puede oscilar entre los 7 y los 60 euros.
Los centros son los encargados de diseñar las actividades que se desarrollan y los horarios y fechas de las mismas. El coordinador del proyecto puede ser un profesor del claustro, la asociación de padres o bien una empresa contratada.
El proyecto de las actividades debe ser aprobado por el consejo escolar que está formado por representantes de la dirección, profesores y padres. Deben ser lúdicas, si bien complementarias a la educación de los chavales. Así, pueden encontrarse talleres de pintura, manualidades o teatro; actividades deportivas o informáticas; animación a la lectura y escritura, excursiones, ludo tecas…