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Bizén Fuster, diputado de Chunta Aragonesista |
El grupo parlamentario de Chunta Aragonesista (CHA) reclama el inicio urgente de las obras de la estación de Cercanías de Goya como pieza angular de la intermodalidad del transporte en la ciudad. Asegura que su retraso provocaría un aumento del coste final, un corte en el servicio del tranvía y molestias en general a toda la zona.
La paralización de la estación de Goya, según CHA, se debe a un problema de financiación. El diputado de Chunta, Bizén Fuster, ha explicado que “las plusvalías que Zaragoza Alta Velocidad esperaba recibir por la venta de suelos no han alcanzado las expectativas pero esto no puede ser un freno para la construcción de la estación”.
Además, los aragonesistas creen que se debe buscar una financiación alternativa y pedirán, en la próxima sesión plenaria, al presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, que exija al Ministerio de Fomento que avance los 25 millones de euros de coste de la primera fase. En este sentido, CHA recuerda que hay otras Comunidades Autónomas, como Madrid, que van recibir 4.400 millones de euros para su red de Cercanías.
Fuster ha recordado también que el Gobierno central podría transferir en los próximos años las competencias en materia de Cercanías a las comunidades. De hecho, ya hay una fecha concreta –2011- para el traspaso a Cataluña. CHA ha sugerido al Gobierno que en Aragón el sistema de Cercanías debe estar fijado, delimitado y establecido antes de que se fije esa fecha, para que “cuando llegue el momento se pueda transferir lo que está hecho y la financiación de aquello que está por hacer” explicaba Bizén. Del mismo modo, el portavoz de Chunta sobre Infraestructuras aseguraba que “de no ser así, será muy complicado que recibamos la financiación suficiente para poner en marcha un plan de Cercanías útil y de calidad”.
CHA espera que esta cuestión quede resuelta en septiembre, ya que si no se realiza este primer tercio de obra en la estación de Goya antes de que el tranvía llegue hasta allí habrá que volver a levantar toda la zona para construir las instalaciones ferroviarias. Este hecho, que Fuster ha calificado como “inadmisible”, aumentará el presupuesto final, además de causar doble molestias a la ciudadanía y el corte del tranvía.