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Muestra arqueológica |
El conjunto arquitectónico, resto de un oppidum celtíbero, está localizado en el Cabezo de las Minas de Botorrita, en la provincia de Zaragoza. Un enclave cultural y arqueológico que según las investigaciones llevadas a cabo, atendía a funciones político-religiosas en el siglo V a.C.
El poblado, cuya existencia está atestiguada por la arqueología hasta el siglo I a.C., fue cercado por el procónsul Tiberio Sempronio Graco en la primera guerra celtíbera. Toda la ciudad fue totalmente destruida y sus habitantes masacrados tras la victoria de Julio César sobre los pompeyanos en Ilerda (Lérida), en el año 49 a.C.
En numerosas exploraciones realizadas a lo largo de la historia, se han hallado señas reveladoras como bolas de piedra de catapulta, marcas de un foso que protegía el territorio, una doble muralla y planchas de bronce con inscripciones en lengua celtíbera (los denominados «Bronces de Botorrita»). Francisco Villar y Carlos Jordán, expertos en el tema, barajan la posibilidad de que dichos bronces fueran un archivo de juzgado y que Contrebia Belaisca fuese, por tanto, un distrito jurídico, equivalente a los conventos romanos.
Esta teoría se vería apoyada por la posible traducción al latín del nombre del enclave arqueológico como «Conuentus Bellorum» o «reunión de los Belos o Bellos», que confirmaría el hecho de que Contrebia era la cabeza de partido judicial de los Belos, pueblo celta.