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Reparto del cortometraje |
Este sábado, a las 20 horas, se estrenará en el Centro Cultural de Caja Inmaculada -CAI- el cortometraje titulado “LZ 127”, dirigido por el aragonés Jesús Obón, dentro de la programación del Servicio Cultural CAI. El corto “LZ 127”, de 30 minutos de duración, está basado en hechos reales; cuenta la historia de un Zeppelin alemán que sobrevoló Zaragoza en la primavera de 1936.
Ha sido producido por Juan Anillo e intervienen como actores Juanjo de la Iglesia, Jesús Guzmán, Carlos Fuentes, Luis Larrodera y Eduardo Antuña. La entrada será libre hasta completar el aforo.
| ![]() | Para el sábado se ha organizado un desfile por Zaragoza, con 15 coches de época para ambientar el estreno: partirá, a las 18:30 horas, desde el pabellón Príncipe Felipe, llegará hasta la plaza de San Francisco y finalizará, a las 19:30 horas, en el Centro Cultural de la CAI -Pº Damas 11-, donde aparcarán los coches. |
SINOPSIS
Zaragoza en la primavera de 1936 vive el mismo momento de incertidumbre que el resto del país, la crispación se ha instalado en la vida cotidiana de los zaragozanos. Un periódico local (Heraldo de Aragón) intenta rebajar el clima de desasosiego ofreciendo una serie de artículos ligeros que hagan olvidar la tensión política que crece día a día. El rotativo decide mandar a uno de sus reporteros a cubrir el inicio de una nueva ruta de vuelos regulares de la empresa Zeppelín, que pasará por encima de Zaragoza. El Graf Zeppelin y el Hidembourg eran nombres evocadores de progreso tecnológico e investigación puntera, pero también suponían un medio de transporte peligroso rodeado de aventura y misterio. Ninguno de los periodistas quiere embarcarse en un viaje que consideran estrafalario, así que deciden jugarse quién será el “afortunado” en convertirse en pasajero del Graf Zeppelin.
Finalmente, un joven reportero es el designado para surcar los cielos a bordo del dirigible que inicia un tedioso viaje en tren hasta Frankfurt. Los primeros días sobre los raíles son monótonos. El aburrimiento se mezcla con el paisaje fundido con la velocidad del tren. Ya en territorio alemán sube al vagón una chica de belleza cautivadora con la que entabla conversación; a medida que el trayecto va llegando a su fin la relación entre ambos es más estrecha. Nada hace presagiar que al bajar al andén alguien les está esperando con unas intenciones nada claras. A punta de pistola son conducidos por un tuerto hasta un callejón donde tras un forcejeo consiguen escapar y se refugian entre dos imponentes coches negros que son testigo de su primer beso apasionado.
Horas más tarde en una aséptica habitación de un hotel la chica le explica que debe entregar unos documentos de vital importancia a un contacto que a su vez debía hacerlos llegar a un punto concreto de España. El periodista se compromete a lanzar los documentos desde del dirigible.