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El Ebro pasando por el Pilar | DUCE |
El genial fotógrafo José Antonio Duce inicia en 2012 una nueva serie en la que nos ofrecerá imágenes antiguas de Zaragoza. En su primera entrega, el protagonista es uno de los paisajes más emblemáticos de la capital, el Ebro y la Basílica del Pilar, pero con un aspecto bastante diferente del actual: dos torres inacabadas y una pasarela peatonal desaparecida que otorgaba a los ciudadanos una posibilidad más de cruzar el Ebro
La nueva serie que José Antonio Duce ofrece a los lectores de Goza Zaragoza arranca con una fotografía en blanco y negro que realizó en 1954 desde la orilla izquierda del río Ebro, con la panorámica del monumento más representativo de Zaragoza, la Basílica del Pilar. Este carismático templo muestra en la imagen grandes diferencias con su situación actual, ya que sus dos torres traseras estaban todavía en construcción y no serían finalizadas hasta 1961. Aunque sin duda, el elemento que más llama la atención en la fotografía es la estrecha pasarela que cruza el río y que, a día de hoy, ya no existe.
El antiguo puente comenzó a dar servicio el 8 de febrero de 1941, tenía una longitud de 180 metros y era exclusivamente peatonal. Años después, y debido a su poca estabilidad ante el cierzo de la ciudad, fue sustituido por el Puente de Santiago y el del ferrocarril, actualmente puente de la Almozara. La obra fue realizada por “Maquinista y Fundiciones del Ebro” y parte de su estructura metálica provenía de otra pasarela desaparecida en el río Gállego.
Durante las 24 horas del día se podía atravesar el río por este camino alternativo, pero sólo abonando una pequeña cantidad de dinero. Otra alternativa a los puentes que cruzan el Ebro era la de utilizar la famosa barca del “Tío Toni” o arriesgarse a cruzar el puente del ferrocarril escondiéndose de los guardias.
Duce ha inmortalizado esta entrañable imagen con la que teletransportarse por un instante a la Zaragoza del pasado, de la que seguro se acordarán muy bien aquellos niños -hoy ya no tanto- que jugaban a balancear la pasarela mientras la cruzaban.