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Pabellón de Aragón |
La Fundación para el Desarrollo de las Nuevas Tecnologías del Hidrógeno en Aragón ha instalado una estación en el edificio del Pabellón de Aragón que abastece a veinte bicicletas en el interior del recinto
En su compromiso por cumplir con el lema de la Exposición Internacional de Zaragoza “Agua y desarrollo sostenible”, el Pabellón de Aragón lleva a cabo diversas actuaciones que contribuyen a la mejora del medio ambiente. Una de las más destacadas es la impulsada por la Fundación para el Desarrollo de las Nuevas Tecnologías del Hidrógeno en Aragón, cuya sede está situada en el Parque Tecnológico Walqa.
La Fundación, creada hace casi cinco años por el Departamento de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno autónomo, ha instalado en la última planta del Pabellón de Aragón una pequeña estación que genera hidrógeno a partir de la luz del sol. El hidrógeno fabricado en esta instalación se utiliza como combustible para la propulsión de veinte bicicletas que los voluntarios y trabajadores de la Exposición Internacional emplean para desplazarse por los sótanos del recinto. Se trata de un combustible completamente limpio, ya que se genera a partir de sol y agua y el único residuo que produce es vapor de agua.
La estación ubicada en el Pabellón de Aragón consta de paneles fotovoltaicos flexibles (instalados en la azotea), reguladores que garantizan su máximo rendimiento, inversores/cargadores, un banco de baterías y un electrolizador. Con el hidrógeno producido se alimentan las “bombonas” (balas de hidruros) que se incorporan a las bicicletas. Mediante una pequeña pila de combustible, situada sobre la rueda trasera, se alimenta un motor eléctrico que proporciona una ayuda sustancial al pedaleo.
La energía del sol es captada por los paneles fotovoltaicos flexibles ubicados en la terraza del Pabellón y se convierte a corriente continua. Dos reguladores mantienen los paneles en su punto de máximo rendimiento. La corriente llega a dos inversores/cargadores que cumplen una doble función: transforman la electricidad de continua a alterna para alimentar el electrolizador y cargan el banco de baterías. Estas baterías suministran suficiente energía al electrolizador cuando el aporte del sol es insuficiente.
El electrolizador produce hidrógeno mediante la electrólisis del agua (ruptura de la molécula de agua). El oxígeno se expulsa y el hidrógeno es almacenado en las “bombonas” que se acoplan a las bicicletas. Así, mediante una pequeña pila de combustible, se realiza el proceso inverso a la electrólisis obteniendo energía eléctrica y vapor de agua como único residuo.
Las balas de hidruros donde se almacena el hidrógeno pesan alrededor de 7 kilogramos, tienen capacidad para 600 litros y son fácilmente transportables. La autonomía que proporcionan a las bicicletas es de 100 kilómetros.