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El PP reprobará el Plan de Navegabilidad |
El concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Zaragoza, Rafael de Miguel, ha reclamado que el equipo de Gobierno se replantee la ubicación del edificio que albergará los equipamientos vinculados al azud del Ebro porque “existen demasiadas dudas en torno al proyecto”.
El edil popular ha explicado que este edificio que se pretende construir en la margen izquierda, a la altura de Vadorrey, “ni siquiera tiene los suelos garantizados”, ya que parte de los mismos son propiedad municipal, pero otra parte son de propiedad privada y de la propia Confederación Hidrográfica. Por eso, de Miguel ha calificado de “esperpéntico” que Belloch realice una concesión administrativa para unos terrenos de los que no es propietario el Ayuntamiento de Zaragoza, y ha advertido que “lo lógico es que este asunto acabe en los tribunales, como tantos otros que ha amparado el alcalde”.
El Concejal del PP también ha cuestionado la distancia que, según el proyecto, separaría el centro deportivo del azud de la propia presa. Rafael de Miguel ha indicado que la normativa de la Confederación Hidrográfica del Ebro obliga a mantener una distancia mínima de seguridad de 400 metros entre las presas de cabecera y cualquier embarcación o instalación de ocio vinculada a la navegación. Además, ha recordado que, en otras ciudades españolas con presas similares al azud del Ebro, las confederaciones competentes aumentan todavía más esa distancia de seguridad. Sin embargo, al edificio del azud del Ebro se le dio un permiso para poder instalarse a 150 metros, una distancia que es incluso menor cuando los barcos salen del embarcadero para navegar por el Ebro. Por eso, los populares quieren saber “¿por qué la CHE alerta sobre los riesgos de navegar junto a una presa en determinados lugares y consiente que unas pequeñas barcas que puede alquilar cualquiera naveguen a poco más de 100 metros del azud?”.
REPROBACIÓN DEL PROYECTO DE NAVEGABILIDAD
Los populares han insistido en que el proyecto del centro deportivo del azud, junto con el resto de actuaciones vinculadas al proyecto de navegabilidad del Ebro “son una auténtico escándalo que necesitan una completa revisión”. Rafael de Miguel considera, en primer lugar, que es necesario buscar una nueva ubicación para ese edificio que no genere tantas dudas urbanísticas y legales. De la misma forma, ha pedido que vuelvan a replantearse todas las concesiones y los pliegos del proyecto de navegación, desde la concesión para unos barcos que no están adaptados a navegar por el Ebro, hasta la propia concesión sobre el edificio del azud, en la que “no comprendemos que la empresa sólo tenga que pagar al Ayuntamiento 1 euro al año durante 40 años”.
Por eso, el Grupo Municipal Popular ha presentado una moción para el próximo pleno en la que propondrá la reprobación del equipo de gobierno PSOE-PAR por las actuaciones referidas al Plan de Navegación del Ebro (dragado, rebaje del Puente de Piedra, negociaciones y renegociaciones de los pliegos de condiciones, Centro Deportivo del Azud, etc), así como que se busque una nueva ubicación para el equipamiento deportivo vinculado al azud del Ebro. Dicha moción se trasladará al pleno de la Junta Municipal de El Rabal, para que también se pronuncien los vecinos de la zona, que “ya han cuestionado públicamente el proyecto de navegabilidad tal y como está planteado”.
UN PROYECTO “NEFASTO” DESDE EL PRIMER DÍA
Por último, Rafael de Miguel ha criticado que el plan de navegabilidad del Ebro arrancó mal desde el primer día, con la redacción de un pliego de condiciones que plantea que “el Ebro se adapte a los barcos y no al revés” y que sea el Ayuntamiento de Zaragoza el que asuma todas las pérdidas que se produzcan. En este sentido, el edil del PP recuerda que el proyecto de los barcos propuesto por el alcalde ha costado ya más de 5 millones de euros (por compra de los barcos, construcción de embarcaderos, dragados, rebaje del Puente de Piedra, instalación de los motores de gasoil, etc), a los que habría que sumar la construcción del azud, que ascendió a 27 millones. Sin embargo, de los 300.000 viajeros previstos, apenas se ha llegado a 20.000. Por eso, de Miguel considera que “aquí hay personas con nombres y apellidos que son responsables de todos estos desastres y que deberían asumir las responsabilidades que les corresponden por gestionar de una forma tan nefasta los recursos públicos de los zaragozanos”.