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CCOO organiza este jueves unas jornadas de formación de delegados destinadas a reducir el uso de disolventes en las empresas, por su repercusión en la salud de los trabajadores. Además, el próximo 31 de octubre finaliza el plazo para adaptarse al Real Decreto que controla la emisión de compuestos orgánicos volátiles derivados de estas sustancias.
El sindicato Comisiones Obreras llevará a cabo este jueves en el Centro Cívico “Universidad”, situado en la calle Violante de Hungría de Zaragoza, unas jornadas de formación para sus delegados de Prevención orientadas a identificar, divulgar y reducir el uso de disolventes en ámbitos laborales, dado su impacto para la salud de los trabajadores y para el medio ambiente.
Las actuaciones pasan por la recogida de información en las empresas sobre estos disolventes en una ficha, con el fin de incluir esta información en una base de datos. Tras ello, se procederá a identificar las sustancias más peligrosas -cancerígenas, mutágenas y tóxicas para la reproducción y la lactancia- y se informará de sus peligros a plantillas y empresarios; así como de la manera de prevenirlos y la legislación aplicable. Finalmente, se abrirá un proceso de búsqueda de alternativas para eliminar o sustituir estos compuestos de los procesos productivos.
No en vano, las empresas afectadas están obligadas a formalizar su inscripción en el Registro de Actividades Industriales Emisoras de Compuestos Orgánicos Volátiles de la Comunidad Autónoma de Aragón antes del próximo 31 de octubre, tal y como sanciona el Real Decreto 231/2004. Además, el pasado 31 de diciembre ya finalizó en Aragón para que estas empresas trasladaran al Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) una previsión de reducciones en la emisión de estas sustancias.
La base de datos CAREX-ESP 2004, que recoge la exposición a sustancias cancerígenas, estima que en España más de 347.000 trabajadores están bajo el influjo de sólo siete disolventes de estas características. Además, de 1996 a 2004 se pasó de emitir 1.582.000 a 2.404.797 toneladas de estos compuestos. Otro dato revelador es que durante 2005 el consumo de tres de estos productos –tulueno, diclorometano y formaldehído- sumó más de 548.000 toneladas.