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Presidencia de la Asamblea General de CAI |
La Asamblea General de Caja Inmaculada (CAI), en sesión ordinaria, ha aprobado el informe de gestión y las cuentas anuales correspondientes al ejercicio 2008. En esta sesión, el presidente, D. Antonio Aznar, y el director general, D. Tomás García, han expuesto los datos más destacados de la actividad financiera y social de la Entidad en 2008.
Caja Inmaculada obtuvo unos resultados satisfactorios, a pesar del difícil escenario económico en el que se desenvolvió la actividad financiera; en este contexto, CAI creció equilibradamente, con importantes aumentos del crédito (9%) y depósitos de clientes (11%).
A este crecimiento hay que añadir también los buenos datos de los principales indicadores de gestión: solvencia, rentabilidad, liquidez y eficiencia.
La solvencia de CAI es de las más elevadas del sector: los fondos propios representan el 8,30% del activo; el coeficiente de recursos propios, según la nueva normativa contable, se sitúa en el 13,46%, muy por encima del 8% exigible, y el coeficiente sobre recursos propios básicos (core capital) alcanzó el 8,53%.
La Caja mantuvo una holgada posición de liquidez, con un saldo de 812 millones de euros, lo que supone el 8% del activo. La ratio de créditos dudosos fue del 2,35%, muy inferior a la media de las cajas de ahorros (3,68%), y la cobertura de dudosos se situó en el 91%, por encima del 63% del sector.
Además, atendiendo las recomendaciones de prudencia transmitidas por el Banco de España en previsión del deterioro general de la actividad, Caja Inmaculada dotó 57 millones de euros, hasta alcanzar unos saneamientos totales de 101 millones de euros, el 49% más que en 2007, lo que refuerza excepcionalmente todas las coberturas de riesgos.
El beneficio recurrente de CAI aumentó un 3% en 2008 hasta alcanzar los 89 M., comparables con los 86 M. obtenidos en 2007; incorporando las dotaciones extraordinarias y los resultados atípicos, el beneficio neto final fue de 57 M., con un descenso del 33%.
La solidez de Caja Inmaculada fue ratificada en diciembre por la agencia internacional de calificación Fitch Ratings, que confirmó los buenos ratings de CAI de largo plazo en “A” (calidad crediticia elevada), de corto plazo en “F1” (máxima calificación existente) y de apoyo institucional en “3”, y mantuvo la perspectiva estable.
Asimismo, la Obra Social experimentó un fuerte impulso en 2008, lo que le permitió potenciar su vocación social y destinar más recursos a asistencia social, atención a grupos desfavorecidos, cultura, formación, investigación, deporte y a actuaciones de restauración y conservación del patrimonio histórico-artístico y de medio ambiente.