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Presentación del estudio |
Esto supone una diferencia de 2.500 euros más al año por empleado con respecto a los que tienen una jornada partida. Aragón es la cuarta Comunidad con un mayor porcentaje de empleo en jornada continua, lo que demuestra que sus trabajadores han ido adaptando su horario laboral al personal aumentando así su satisfacción. Casi la quinta parte de los empleados aceptarían una rebaja de su salario a cambio de adaptar los horarios laborales a su jornada “ideal”
En Aragón los trabajadores que tienen una jornada laboral continua incrementan la productividad de la empresa un 6,5 % más que los trabajadores a jornada partida, esto supone una diferencia media de 2.500 euros más al año por empleado. Asimismo, Aragón es la cuarta Comunidad que cuenta con un mayor porcentaje de empleo con jornada continua, es decir, los trabajadores aragoneses han ido adaptando su horario laboral al personal con lo que cada vez están más satisfechos. Por otra parte, un 19% de los trabajadores estarían dispuestos a aceptar una rebaja salarial por adecuar la jornada laboral que tienen en la actualidad a su jornada “ideal” y de éstos el 33,9% aceptaría reducir hasta un 5% de su salario, mientras que un 44% adicional llegaría a sacrificar hasta un 10%, el resto estaría dispuesto en más del 10%.
Estos son algunos de los datos que contiene el estudio “Tipos de jornada y productividad del trabajo”, el segundo volumen de la serie que lleva por título “Productividad y empleo”. Con este texto, el Consejo Económico y Social de Aragón da un paso más en la investigación iniciada con el estudio “Organización del trabajo, conciliación y absentismo” que presentó en el mes de marzo. En esta ocasión se ha realizado un exhaustivo trabajo de campo en el que se ha entrevistado a mil trabajadores de las tres provincias y a más de cien empresas aragonesas para llevar a cabo un completo análisis empírico que ha demostrado que existe un vínculo entre el tipo de jornada laboral que tiene cada trabajador y la productividad de la empresa.
“La finalidad del estudio es conocer si los cambios en el número de horas trabajadas, en el tipo de contrato o en el tipo del reparto de la jornada pueden tener algún efecto sobre el rendimiento final de la economía. El resultado constituye una herramienta útil para la adopción de medidas por parte de los poderes públicos y también de la iniciativa privada, que permitan aunar la mejora de nuestra economía con unas mejores condiciones de vida de los trabajadores”, ha declarado la presidenta del CESA, Ángela Abós.
Según este segundo volumen, adaptar la jornada laboral a las necesidades productivas mejoraría la productividad de la empresa, una variable esencial para salir de la presente crisis económica. Este trabajo también incorpora entrevistas que se han realizado a personas destacadas de las organizaciones empresariales y sindicales más representativas.
A LA CABEZA EN IMPLANTACIÓN DE LA JORNADA CONTINUA
En este caso, Aragón es la cuarta Comunidad que tiene un mayor porcentaje de trabajadores con jornada continua lo que revela que la Comunidad Autónoma muestra una evolución, en cuanto a la implantación de este tipo de jornada, mucho más dinámica que la media nacional.
Por otra parte, el estudio refleja que los sectores económicos más productivos de Aragón, en relación a la media nacional, son la Energía, la Construcción y la Industria, mientras que el sector Servicios tiene una productividad menor. Además se indica que la mayor productividad del sector industrial aragonés, que supera en 10 punto al porcentaje del resto del territorio, casa con la mayor implantación de la jornada continua en este sector y la menor productividad del sector Servicios aragonés concuerda con un menor uso de la jornada continua en relación a la media nacional y un uso inadecuado de la contratación a tiempo parcial.
De esta manera se observa que en Aragón la productividad de un trabajador a jornada continua es siempre superior al de otro trabajador con jornada partida, aunque varía por sectores. Así, en el sector Servicios, el incremento de productividad alcanza el 8,7 % frente al trabajador que tiene una jornada partida, lo que puede representar un aumento de 1.500 euros al año por trabajador. En la Industria, en cambio, el incremento se reduce al 4,7 %, lo que en cifras representa 1.000 euros más al año por empleado.
Además, el estudio muestra que los trabajadores aragoneses tienen una alta voluntariedad a la hora de optar por una jornada continuada presentando, sobre todo, un alto crecimiento desde el año 2006 al 2008. En el análisis también se observa un incremento en la voluntariedad de los empleados con jornada partida, dato que refleja una reducción en la valoración entre ambos tipos de jornada. Este hecho indica que los aragoneses han ido adaptando su horario laboral al personal.
Asimismo, en este mismo proceso aparecen diferencias en cuanto a sexo y se muestra que las mujeres aragonesas que tienen un contrato laboral a jornada partida son las que menos satisfechas se encuentran. Los resultados apuntan a que son un colectivo al que deberían orientarse las medidas que permiten alcanzar un mayor grado de conciliación.
En cuanto a la utilización de los turnos de trabajo, el porcentaje en Aragón se sitúa por encima de la media nacional, lo que indica la relevancia de algunas empresas del sector industrial que requieren de esta organización del tiempo para una mayor eficiencia. En concreto, ocupa el sexto lugar con un porcentaje próximo al 25%
Asimismo, Aragón ocupa la tercera posición, con un 17%, en cuanto a la ordenación de los porcentajes de trabajo en horario nocturno, lo que demuestra que en la Comunidad Autónoma se trabaja de noche con mayor intensidad que en el resto de España y se sitúa en los primeros puestos en el porcentaje de trabajadores cuya jornada se extiende hasta el fin de semana, en torno a un 60%. Los datos revelan que en todos los sectores, excepto en Industria, los trabajadores aragoneses efectúan su trabajo los fines de semana de manera más frecuente que el resto de empleados españoles.