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Los precios bajan en Aragón un 1% |
Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa anual de inflación se situó en Aragón en el mes de diciembre de 2008 en el 1,6%, un punto porcentual por debajo de la registrada el mes anterior. En el conjunto de España el comportamiento de los precios fue similar, ya que la tasa anual de inflación se redujo igualmente un punto para quedar en el 1,4%.
Esta fuerte desaceleración de la inflación, que se inició en agosto y se ha intensificado en el tramo final del año, cuenta con dos causas fundamentales. En primer lugar, el desplome de los precios de las materias primas en los mercados internacionales, especialmente del petróleo, que tras superar los 140 dólares por barril a principios del mes de julio ha cerrado 2008 con una cotización media en diciembre de 40,3 dólares/barril en su calidad Brent. Pero no se trata sólo del petróleo, ya que el Indice The Economist informa de una caída en los precios entre julio y diciembre de 2008 del 44% para el conjunto de las materias primas, caída que se desglosa en un 35% para los precios de los alimentos y de un 53% en el caso de las materias primas industriales.
En segundo lugar, la situación de crisis económica trae consigo una acusada debilidad de la demanda, que se manifiesta en todos los indicadores al uso (índices de comercio minorista, matriculación de turismos, servicios hoteleros, etc), lo que también ejerce una presión a la baja sobre los precios. Fue paradigmático en diciembre el caso de la moda, que adelantó el efecto de las rebajas de enero usando figuras de descuentos y ofertas especiales.
Respecto del mes anterior, los precios en Aragón disminuyeron siete décimas en el mes de diciembre, liderando las caídas el grupo de consumo de transporte, cuyos precios se redujeron un 3,3% respecto a noviembre gracias al comportamiento de los precios de los combustibles. A continuación se situó vestido y calzado, con una reducción de precios del 2,7% por las agresivas ofertas comerciales realizadas, como ya se ha comentado. En vivienda la caída fue del 1%, por los combustibles para calefacción, mientras que los precios de comunicaciones se redujeron cinco décimas, los de bebidas alcohólicas y tabaco dos décimas y los de hostelería una décima.
En el apartado de las subidas destaca el aumento del 1,3% en los precios de ocio y cultura respecto a noviembre, motivados fundamentalmente por los paquetes vacacionales navideños. Los restantes grupos de consumo muestran subidas moderadas de una o dos décimas.
En términos interanuales, vivienda (5,1%), enseñanza (5,0%), hostelería (3,7%), bebidas alcohólicas y tabaco (3,8%), menaje (3,4%) y alimentos y bebidas no alcohólicas (3,0%) son los grupos que presentan los mayores aumentos en el nivel de precios, si bien continúan la senda de moderación respecto de las registradas en meses anteriores.
En sentido contrario, las fuerzas que continúan favoreciendo la reconducción de la inflación son los transportes (-5,3%), ocio y cultura (-0,5%) y comunicaciones (-0,3%).
La inflación subyacente, que es aquella que excluye alimentos no elaborados y productos energéticos, experimentaba un descenso de tres décimas en Aragón en diciembre y situaba su tasa anual en el 2,5%, una décima por encima de la media nacional (2,4%) que se reducía también tres décimas respecto al mes anterior. Con ello, la inflación subyacente se sitúa por encima de la general por segundo mes consecutivo, reflejando así el fuerte impacto que las reducciones de precio de los combustibles y los alimentos está teniendo sobre la inflación general.
Por provincias, Zaragoza, con una tasa anual del 1,8%, se sitúa como la más inflacionista de Aragón. Por su parte, tanto Teruel (1,2%) como Huesca (0,7%) se sitúan por debajo de la tasa de inflación media de la Comunidad Autónoma, e incluso por debajo de la media nacional.
En la Zona Euro la inflación se moderaba cinco décimas en el mes de diciembre situándose en el 1,6%, tasa idéntica a la aragonesa. Desaparecía por tanto el diferencial de inflación de Aragón con la UEM, cosa que no sucedía desde el mes de abril de 1998.
Las perspectivas para los próximos meses son de continuación en estos niveles reducidos de inflación, lo que proporcionaría cierto margen de maniobra al Banco Central Europeo para nuevas bajadas en los tipos de interés, al objeto de estimular la débil actividad económica de la eurozona.