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Uno de los carteles premiados |
Un total de 4.242 alumnos, pertenecientes a 92 colegios de Zaragoza, han participado en el concurso de carteles y lemas “¿Quién recoge las cacas del perro?”, organizado por la delegación de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza. Los chavales, estudiantes de tercero de Educación Primaria, han realizado unos dibujos alertando sobre el problema ambiental y sanitario que supone la presencia de excrementos caninos en las calles y plazas de la ciudad. El concurso, que este año celebra su segunda edición, está organizado por la concejalía de Medio Ambiente y cuenta con la colaboración de FCC y la editorial Edelvives.
Roberto Candala, del colegio María Moliner; Elena Sánchez, del Puerta Sancho y Joaquín Uranga, del Tío Jorge, han sido los premiados en la modalidad de lema, en la que Daniel Fernández, del Agustín Gericó; Yiye López, del Lycée Français Molière e Iñaki Ibero del Jesús María-El Salvador recibirán accesits. Por su parte, Daniel Gracia, del Recarte y Ornat; Luis Saralegui, del Calasanz-Madres Escolapías y Sara del Olmo del Monsalud han sido galardonados en la categoría de carteles y Rebeca Hernández, del Escuelas Pías de Santa Engracia; Lucía Herrero, del Jesús María-El Salvador y Carmen Albano de El Pilar Maristas recibirán los accesits. Los premiados en ambas categorías recibirán un lote de 25 volúmenes de libros de la colección Ala Delta de la Editorial Edelvives para sus centros escolares y cinco ejemplares de la misma colección para el estudiante galardonado.
Los galardones se han entregado hoy en un acto que se ha celebrado en la Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza y que ha comenzado con un espectáculo de cuentacuentos. A continuación, ante los alumnos presentes, un adiestrador de perros ha realizado una demostración de cómo se debe educar a estos animales. Después han llegado las palabras de la concejal de Medio Ambiente, Lola Campos, quien ha recordado que “es tarea de todos” mantener la ciudad limpia y con buen aspecto y, por eso, ha realizado un llamamiento a “la sociedad en general para que desaparezca uno de los elementos más desagradables que puebla las calles, plazas y parques de la ciudad: las cacas de perros”. Campos ha añadido que “si se quiere a los animales, se quiere que sus desechos no estén esparcidos por doquier; si se quiere a los animales, se quiere que paseen por una ciudad limpia y acogedora”.