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Roda de Isábena. José Antonio Duce |
Los restos de las instalaciones de un antiguo molino de aceite, reubicados tras la catedral del pueblo altoaragonés de Roda de Isábena, son los elementos que protagonizan la nueva entrega de la serie “Aragón en mi recuerdo”, creada por el fotógrafo aragonés José Antonio Duce.
Aunque ahora está inerte y expuesta como una pieza de museo, fue en su día un utensilio que daba la vida y el sustento a los pobladores de Rueda de Isábena, en la comarca oscense de la Ribagorza. Tirada por un burro u otro animal de las caballerizas de algún vecino, el molino de piedra giraba para moler hasta la última oliva de la cosecha.
Al fondo, los restos de una prensa de viga y quintal, un artilugio antiguo basado en un sistema de palanca y utilizada entre los siglos XVII y XIX como segundo paso de la cadena de obtención del aceite: tras moler el fruto, la pasta resultante se prensaba para extraer el aceite de oliva.
José Antonio Duce, con solo dos objetos recogidos en una de sus instantáneas, consigue hacernos viajar al pasado, a esa época de molinos de piedra, prensas de viga y caballerizas utilizadas como herramientas de trabajo. Duce, además, logra situarnos sin esfuerzo en el pueblo altoaragonés al que pertenecen. Roda de Isábena, aunque cuenta ahora con pocos más de 62 habitantes, fue en su día capital del condado de Ribagorza y también sede episcopal. Su catedral, tras la que se sitúan ahora el molino y la prensa, ha sido levantada en dos ocasiones a lo largo de la historia: la primera fue consagrada en el año 956 pero, tras ser destruida por Abd el Malik, un segundo templo fue construido y consagrado en 1030.
Duce nos muestra una imagen de dos elementos que nos invitan a recordar las vivencias o los relatos escuchados sobre la forma de vida de antaño pero que, por su localización en la villa, tras la catedral, nos llevan a recorrer toda la grandeza histórica que tuvo el ahora diminuto pueblo pirenaico de Roda de Isábena.