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Iglesias, Biel y Boné plantan sus invitaciones de papel de semilla |
El Gobierno de Aragón ha presentado este martes el documento de trabajo de la Estrategia Aragonesa de Cambio Climático y Energías Limpias. En el acto, celebrado en la Sala de la Corona del Edificio Pignatelli, han intervenido el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, y el consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, y ha contado con la presencia del vicepresidente, José Ángel Biel.
El documento ha sido elaborado por el Departamento de Medio Ambiente, gracias a un largo e intenso trabajo técnico de la Dirección General de Calidad Ambiental y Cambio Climático, y en colaboración con la Comisión Interdepartamental de Cambio Climático creada en el seno del Gobierno de Aragón.
La Estrategia pretende ser el documento de referencia para toda la sociedad aragonesa, por lo que va a ser sometida a un amplio proceso de participación por parte de la Dirección General de Cambio Calidad Ambiental y Cambio Climático y la Dirección General de Participación Ciudadana. El Departamento de Medio Ambiente también va a poner en marcha una ambiciosa campaña de sensibilización y divulgación, con mensajes de buenas prácticas y ahorro de energía (empezando por la movilidad sostenible y el ahorro de energía en el hogar), concursos ciudadanos y exposiciones artísticas, entre otras iniciativas.
Una vez que termine este proceso de participación e información, que se prolongará durante varios meses, se aprobará de forma definitiva la Estrategia. El siguiente paso, que se dará de forma inmediata a esta aprobación definitiva, será la presentación de un Plan de Acción del Gobierno de Aragón, un amplio catálogo de medidas concretas y precisas, que permitirán cuantificar la reducción efectiva de emisiones.
La Estrategia recoge en qué situación nos encontramos y cuáles son los retos de Aragón para hacer frente a este conflicto ambiental, tanto a escala individual, como a escala local y autonómica. El objetivo de este documento, elaborado por el Gobierno de Aragón, incluye el objetivo de referencia de reducir las emisiones en 1,3 millones de toneladas menos de CO2 equivalente hasta el año 2012, en sintonía y en concordancia con el Plan Nacional de Asignación y la Estrategia Española de Cambio Climático.
ELABORACIÓN DE LA ESTRATEGIA
Para la elaboración de la Estrategia, se han tenido en cuenta numerosos documentos de planificación y de trabajo, especialmente un documento de propuestas, elaborado por encargo del Departamento de Medio Ambiente a un amplio equipo de científicos y profesionales de reconocida trayectoria, coordinados por el director del CIRCE, Antonio Valero. También se han analizado el Plan Energético de Aragón, Plan Especial de Saneamiento y Depuración, Plan Nacional de Asignación, Estrategia Española de Cambio Climático y de Energías Limpias, Plan Nacional de Adaptación frente al cambio climático, Informe de la Situación económica y social de Aragón, Atlas Climático de Aragón y Sistema de indicadores ambientales de Aragón, entre otros documentos.
La Estrategia recoge amplias referencias sobre la situación socioeconómica y demográfica de Aragón, características climáticas y emisiones, así como un diagnóstico, objetivos, líneas de actuación e indicadores de sectores como: recursos naturales y biodiversidad, energía, transporte, movilidad, residencial, comercial, industrial, agricultura, ganaderías, actividades forestales, recursos hídricos, residuos, salud y medio ambiente, turismo, y educación, formación y sensibilización. También incluye un sistema de seguimiento y evaluación.
ARAGÓN, FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO
La lucha contra el cambio climático es una de las prioridades del Gobierno de Aragón, y así queda reflejado en las 100 medidas de gobierno de coalición PSOE-PAR y en el discurso de investidura del Presidente de Aragón.
El Gobierno de Aragón viene trabajando en muchas actuaciones de interés estratégico que van en la dirección de la adaptación y mitigación frente al cambio climático. Muestra de ello son, por citar unos ejemplos, el Plan Energético de Aragón (2005-2012), el Plan Especial de Depuración de Aguas Residuales, el Plan de Gestión Integral de Residuos de Aragón (GIRA) o el Programa de Desarrollo Rural (PDR) 2007-2013, entre otros.
En los últimos años, se ha creado la Dirección General de Calidad Ambiental y Cambio Climático, así como la Oficina Aragonesa de Cambio Climático, y se han adoptado dos acuerdos de Consejo de Gobierno, con acciones tempranas de lucha frente al cambio climático, en julio de 2005 y en julio de 2007.
Por otra parte, también se realizan acciones y programas que permiten avanzar en el conocimiento, tales como el Atlas Climático de Aragón o el Estudio sobre la funcionalidad de las formaciones vegetales como sumideros de CO2, en concienciación y capacitación como “Actúa con Energía” o “La Calle Indiscreta” y numerosas campañas de sensibilización, además de la puesta en marcha de proyectos concretos de reducción de GEI. También son importantes las iniciativas puestas en marcha desde la administración local, en especial todas las relacionadas con Agendas 21.
LOS OBJETIVOS DE LA ESTRATEGIA
El horizonte temporal de esta estrategia coincide con el periodo de compromiso del Protocolo de Kioto y el segundo Plan Nacional de Asignación, esto es, el año 2012. Los objetivos principales de la Estrategia son asegurar la reducción de las emisiones de GEI en Aragón y contribuir al desarrollo sostenible y al cumplimiento de nuestros compromisos de cambio climático.
El objetivo del Plan Nacional de Asignación 2008-2012 establece que no se supere en un 37% de emisiones respecto del año base, que es 1990. Aragón se encuentra en estos momentos en el 40,1% por encima del año base, frente al 50,6 por ciento del conjunto de España. Por tanto, aunque la situación de Aragón es mucho más favorable que la del país, todavía es preciso reducir en un 3,1 por ciento las emisiones para conseguir los objetivos del Plan Nacional de Asignación. Por todo ello, y siguiendo los objetivos de la planificación nacional, la Estrategia Aragonesa fija como objetivo una reducción de emisiones totales para Aragón en el periodo 2008-2012 de 1,3 millones de toneladas de CO2.
Se estima que en 2006, Aragón emitía 22,6 millones de toneladas equivalentes de CO2, frente a los 16,1 del año 1990. No obstante, debido a la exportación neta de la energía que aquí se produce, se emitieron como consecuencia de la generación de electricidad no consumida en Aragón unos 4,1 millones de toneladas, por lo que la cantidad imputable a Aragón se situaría en 18,5 millones.
Del total de emisiones, el 52 por ciento proceden de los llamados sectores difusos (transporte, agricultura, viviendas…), y el 48 por ciento restante a los sectores regulados por el comercio de emisiones (que en Aragón corresponde a las emisiones de medio centenar de industrias).
A nivel nacional, el impulso de medidas de cumplimiento del Protocolo de Kioto ha permitido que en 2006, por primera vez, se reduzcan en España las emisiones de gases de efecto invernadero, circunstancia que debe ser interpretada con cautela ya que siguen siendo necesarios muchos esfuerzos de reducción. En Aragón también se ha registrado un descenso en las emisiones para el último año registrado, el 2006, lo que no debe suponer una mayor relajación en la aplicación de las políticas y las medidas concretas.
Las herramientas para este proceso pasan por la puesta en marcha de instrumentos y medidas para la reducción de emisiones en los sectores difusos, aumentar la concienciación y sensibilización ciudadana; fomentar la investigación, el desarrollo y la innovación; favorecer la penetración de energías más limpias, principalmente de carácter renovable, obteniendo otros beneficios ambientales (por ejemplo, en relación a la calidad del aire) y limitando la tasa de crecimiento de la dependencia energética exterior; impulsar el uso responsable de la energía y el ahorro de recursos tanto para las empresas como para los consumidores finales, con acciones de sensibilización y regulación; y fomentar la cooperación y coordinación interdepartamental en la puesta en marcha de las diferentes acciones de lucha contra el cambio climático.
PLANES DE ACCIÓN
La Estrategia Aragonesa de Cambio Climático y Energías Limpias debe ser la referencia en Aragón, en cuanto a objetivos y líneas de acción que, de modo coordinado con la Estrategia Española, contribuya desde esta comunidad autónoma a cumplir con los compromisos establecidos en la planificación nacional e internacional.
La Estrategia debe ser la base para la elaboración de los Planes de Acción que las entidades aragonesas pongan práctica, con medidas concretas y específicas de su ámbito competencial. El Gobierno de Aragón, a través de la Comisión Interdepartamental de Cambio Climático, está trabajando en la elaboración de su propio Plan de Acción, con presupuesto y medidas que conllevarán la contabilización de emisiones evitadas, así como la implantación temprana de otras medidas de mitigación, de educación y sensibilización. Este Plan de Acción del Gobierno de Aragón se presentará de forma inmediata tras la aprobación definitiva de la Estrategia.
Como sucede con el resto de Estrategias aprobadas por otras Comunidades Autónomas, conviene aclarar que no es objeto de la EACCEL contabilizar las emisiones que pueden ser evitadas. Son las medidas concretas, en sintonía con las líneas de acción que aquí se
proponen, contenidas en cada uno de los Planes de Acción que se aprueben, las que pueden ser contabilizadas en términos de emisiones evitadas.
No obstante, la presente estrategia sí establece, como se ha señalado antes, unos objetivos de reducción a los que se debe tender en los sectores no afectados por la Directiva de comercio, es decir, los sectores difusos, ya que en los sectores regulados, condicionados por la asignación de derechos que se realiza desde la Administración General del Estado, la tendencia al alza de las emisiones debe quedar modificada por los mecanismos propios de mercado y los basados en proyectos.
DATOS SOBRE EMISIONES
Los seis gases de efecto invernadero considerados en el protocolo de Kioto son el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O), los hidrofluorocarburos (HFC´s) los perfluoruocarburos (PFC´s) y el hexafluoruro de azufre (SF6).
Analizando las emisiones correspondientes al año 2006, el dióxido de carbono es el gas con mayor contribución, representando un 75,6%. Procede, principalmente de los procesos de combustión en los distintos sectores (energético, industrial, comercial, residencial y servicios, transporte) y en menor medida se genera en determinadas actividades industriales. El metano contribuyó en un 13,8%, y procede de la descomposición anaeróbica de la materia orgánica presente en los vertederos, en las aguas residuales y en los estiércoles, así como de la fermentación entérica de la cabaña ganadera. Las emisiones de óxido nitroso contribuyeron con el 9,9% al conjunto total de emisiones en ese año 2006, siendo su fuente principal la agricultura en el manejo agrícola de los suelos por la aplicación de fertilizantes y estiércol. Las emisiones absolutas de gases fluorados (HFC´s, PFC´s y SF6) no son tan significativas, ya que suponen un 0,6% del total, si bien se siguen inventariando debido a sus elevados potenciales de calentamiento.
Al efectuar un análisis por grupos de las emisiones de 2006 para Aragón, destaca en primer lugar la contribución dominante del sector energético, con un porcentaje del 72,7%, algo menor que el 78,1% que supone a nivel estatal. Debe tenerse en cuenta que bajo este epígrafe se agrupan las emisiones procedentes de la combustión en el sector industrial, en el transporte y en el sector energético, destacándose el alto porcentaje que suponen estas emisiones en el sector energético, tanto por su valor absoluto como por su mayor contribución porcentual (34%), superior a la media nacional (27%). La influencia del sector de generación eléctrica, en el que se prevé que para 2012 se duplique prácticamente la producción de 2006, será determinante en la contabilidad de emisiones de la Comunidad.
Dentro del grupo de procesado de la energía, le sigue en importancia el sector transporte (16,5%), lejos de la media nacional (25,1%). Por su parte, las emisiones del sector industrial, obtenidas como la suma de las emisiones industriales de proceso y las emisiones de combustión en la industria, suponen un 18,1% frente al 24,4% en el conjunto nacional.
En cuanto a las emisiones en el grupo agricultura, suponen en Aragón el 20,4%, porcentaje superior casi en 10 puntos al cómputo nacional. Estas emisiones proceden del N2O y del CH4.
En el grupo de residuos se incluyen las emisiones procedentes de la descomposición de las aguas residuales, así como el tratamiento de residuos, supone un porcentaje que no llega al 2%, inferior al conjunto nacional.
EL SECTOR REGULADO POR EL COMERCIO DE EMISIONES EN ARAGÓN
A fecha de 31 de diciembre de 2007, en Aragón había 52 instalaciones afectadas por el régimen de comercio de emisiones de gases de efecto invernadero en funcionamiento. En el año 2006, las instalaciones afectadas por el régimen de comercio emitieron 10,8 millones de toneladas. De las 52 instalaciones, 25 emiten por debajo de 25.000 toneladas al año, y son por tanto instalaciones de bajas emisiones (IBE), que en su conjunto arrojaron a la atmósfera algo menos de 300.000 toneladas, esto es, un 2,7% de las emisiones correspondientes al sector regulado. En el extremo opuesto, esto es, instalaciones que emiten más de 500.000 toneladas anuales, hay tres en Aragón, una cementera y dos grandes instalaciones de generación eléctrica. En su conjunto, estas tres instalaciones emiten alrededor de 8 millones de toneladas al año, dependiendo del año hidráulico. Las emisiones de estas tres instalaciones representaron en 2006 el 76,3% de las emisiones del sector regulado. En concreto, el sector de generación eléctrica basada en el carbón supone el 67 por ciento de las emisiones sujetas a regulación.
Hay que tener en cuenta que las grandes instalaciones de generación eléctrica, proporcionan estabilidad al sistema eléctrico nacional, garantizando el suministro a un nivel más amplio que el de la Comunidad Autónoma, de manera que producen emisiones, en este caso en Aragón, de un consumo que se produce fuera, y que para este periodo concreto suponen una cifra próxima a la mitad de las emisiones producidas en Aragón en el sector generación eléctrica.
ANTECEDENTES SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO
El incremento de temperatura atmosférica debido a causas humanas y sus adversas consecuencias en los procesos ecológicos y nuestra modo de vida, dio lugar a la Convención Marco de Naciones Unidas de Lucha Contra el Cambio Climático, y en su desarrollo, al conocido Protocolo de Kioto (1997), orientado básicamente a la reducción y control de las emisiones de los llamados Gases de Efecto Invernadero (GEI). Mediante este Protocolo de Kyoto, los países desarrollados y los países en proceso de transición a economía de mercado, asumen el compromiso global de reducir al menos un 5% de las emisiones de 1990 durante el quinquenio 2002-2012. Para ello, se ponen en marcha instrumentos como el comercio de derechos de emisión.
En 2002, la Unión Europea ratificó el Protocolo de Kioto, quedando así obligados todos los Estados miembros a reducir conjuntamente sus emisiones de GEI en un 8% respecto a las emisiones de 1990, durante el periodo 2008-2012. Este compromiso se distribuyó entre los Estados miembros según sus emisiones hasta el momento, correspondiéndole a España en este reparto un incremento del 15% sobre las emisiones de 1990.
El Gobierno de España ha establecido el objetivo del quinquenio 2008-2012 en conseguir que el crecimiento de las emisiones de los sectores difusos no supere, respecto a las emisiones del año base, el 37% proyectado para los sectores industrial y energético. Esto supone 22 puntos porcentuales de diferencia respecto a +15% previstos, de los cuales el 2% debe obtenerse mediante sumideros y el resto (20%) mediante mecanismos de flexibilidad (adquisición de créditos de carbono).
La Ley 1/2005, de 9 de marzo, es la norma por la que se regula en España el régimen de comercio de derechos de emisión de GEI y se aprueba el Plan Nacional de Asignación (PNA) para el periodo 2005-2007, trasponiendo definitivamente la Directiva 2003/87/CE, pilar básico del Programa Europeo de Cambio Climático.
Sin embargo, la situación actual es que España es el país industrializado donde más han aumentado las emisiones de CO2, en torno al 50% en los años 2004 y 2005, siempre respecto al año base (1990), es decir, sobrepasando en más de 30 puntos porcentuales el nivel máximo permitido en el Protocolo de Kioto.
Hasta ahora, el esfuerzo normativo se ha orientado básicamente al sector industrial y energético, donde los sectores regulados son responsables de un 40% de las emisiones de GEI a la atmósfera, y en los que hay que continuar haciendo esfuerzos de reducción de emisiones. Pero hay todavía una tarea pendiente que corresponde al 60% restante: es lo que se denomina “emisión difusa”, correspondiente al sector residencial, comercial e institucional, al transporte, el sector agrario y a la gestión de residuos.
El Real Decreto 1370/2006, de 26 de noviembre, aprueba el Plan Nacional de Asignación 2008-2012 (PNA2). Es el segundo elaborado en el marco del régimen comunitario de comercio de derechos de emisión de GEI y el primero que se aplicará coincidiendo con el periodo de compromiso (2008-2012) establecido en el Protocolo de Kioto y la Convención Marco de Naciones Unidas de Cambio Climático. El PNA2 hace frente a un difícil equilibrio: por un lado, debe hacer posible el cumplimiento del compromiso cuantificado de limitación del crecimiento de las emisiones de GEI establecido en el Protocolo de Kioto, y por otro lado, las decisiones implícitas en el PNA2 deben preservar la competitividad y el empleo de la economía española así como la estabilidad del presupuesto público.
Además del régimen de comercio de emisiones, el Gobierno de España ha puesto en marcha otras iniciativas, entre las que cabe destacar dos: la Estrategia Española de lucha contra el Cambio Climático y de Energía Limpia (EECCEL) aprobada en noviembre de 2007 y el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático. La puesta en marcha de ambos planes implica una participación activa de las Comunidades Autónomas (CCAA) tanto en su elaboración como en su desarrollo, así como la cooperación activa del sector empresarial y las organizaciones sociales, con el fin de conseguir un cambio a la cultura de la eficiencia energética por parte de toda la sociedad. La colaboración con las CCAA es necesaria debido a que buena parte de las competencias en los sectores o actividades afectados están transferidas y existen programas en marcha, en algunas de ellas, lo que posibilita las sinergias entre las políticas nacionales y regionales.
En cualquier caso, el esfuerzo de mitigación y adaptación al cambio climático de las sociedades va a ser grande. El informe Stern (2006) pronostica que los efectos económicos del cambio climático supondrán una caída del 20% del PIB mundial, y recomienda que para evitarlos se invierta en mitigación el equivalente del 1% del PIB.