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Escena de la obra |
La compañía aragonesa, Teatro Pingaliraina, que este año celebra su XV aniversario sobre los escenarios, presenta en Arbolé la obra “Simoon en la luna”, dirigida al público familiar (recomendada a niños a partir de 5 años). Tres funciones este fin de semana: sábado, a las 18 horas; domingo, a las 12 y a las 18 horas.
La función del sábado se realizará en homenaje al profesor de Teatro Miguel Garrido, recientemente fallecido, y que fue maestro de Mimo-Clown de la Escuela Municipal de Teatro de Zaragoza. Esta representación contará, además, con la presencia del dramaturgo aragonés Mariano Cariñena, uno de los impulsores de la creación de este centro y director del mismo desde 1984 hasta su jubilación, en 2002. Mariano cariñena, además, ha estado muy vinculado a Teatro Pingaliraina desde sus inicios. Asimismo, hay que recodar que su obra, “Seis piezas teatrales”, ha sido publicada este mismo año por Arbolé Editorial.
Simoon, es un personaje de carne y hueso, sencillo, tierno, colorista, obsesivo, disparatado… empeñado en contarnos todo lo que su Tío Cosme le enseñó sobre la Luna. Él mismo revivirá a su tío Cosme, su alter ego, un personaje excéntrico, brillante, locuelo, rebelde, y, como su sobrino, obsesivo y disparatado. Alguien que asegura haber sido la primera persona en pisar la Luna. A sus compañeros de viaje, Amstrong, Collins y Aldrin, les cerró la puerta del cohete en las narices, a causa del tremendo hedor que despedían sus pies…
Y, como si de un «flashback» se tratase, Cosme nos recordará cómo, fascinado, llegó hasta allá arriba, cómo descendió del cohete, cómo pisó suelo lunar y cómo paseó por ella, pensando, como los primeros terrícolas, que la luna es algo mágico que nos ilumina y nos inspira… pero una vez cumplido su sueño, comenzará a dudar, a añorar esa Tierra tan azul, su sofá, la sonrisa de su sobrino, Simoon…
Un espectáculo teatral dirigido a todos los públicos en el que se alternan historias, músicas, pinceladas de poesía, diálogos ágiles repletos de pequeñas piezas filosóficas. Situaciones quijotescas, absurdas, juegos de luces, de vestuario, juegos a secas y mojadas… Todo entreverado. El humor como sorpresa, como detallismo escénico, como hilo conductor, como elemento constructivo de «Simoon en la luna», una obra donde las posibilidades estéticas se suceden como se suceden los trucos en el arte de la Prestidigitación.