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Restaurante zaragozano |
A medio año escaso para el inicio de la Exposición Internacional de Zaragoza, el sector de la hostelería ha dado un gran paso para asegurarse la paz social durante los tres meses que dure la Muestra. Considerado como uno de los aspectos clave en la imagen que proyectará la ciudad, la firma de un preacuerdo entre patronos y centrales sindicales aborda las condiciones que regirán en el sector hasta el año 2010.
El pacto esbozado, que afecta a unos 20.000 empleados del sector en Zaragoza, entraría en vigor con fecha de 1 de enero de 2007 y asegura la mejora del poder adquisitivo de los trabajadores, con un aumento salarial igual a la del Índice de Precios al Consumo más un punto (en 2007 esto supondría un 3,7% y, en 2008, según los datos conocidos ayer, un 5,3%). Además, introduce otras mejoras como la aplicación de un plus por hora trabajada en domingo y festivo a partir de 2008.
En cuanto a la jornada laboral, ambas partes han acordado una reducción de ocho horas para el último año de vigencia, lo que dejará el cómputo anual en 1776 horas. A partir de este año también se fija un descanso semanal mínimo de dos días en las empresas de más de 25 trabajadores que se implantará de manera generalizada al resto en 2010.
Estos términos deberán ser refrendados en una asamblea de delegados que se celebrará el próximo día 15 a las 17 horas en el salón de actos de CCOO Aragón de su sede en Zaragoza. (Los sindicatos aprovechan la ocasión para invitar a todos los informadores a asistir a este acto, en el que podrán recoger las valoraciones de los distintos responsables).
Para el secretario general de la Federación de Hostelería, Comercio y Turismo de CCOO Aragón, Emilio Alloza, que ha ejercido como portavoz de la comisión negociadora de los sindicatos, el nuevo convenio es “muy positivo” en tanto que introduce “aspectos novedosos como la valoración del trabajo en domingos y festivos, tan extendido en el sector”, así como por la adopción de “medidas para la conciliación de la vida familiar y laboral y de salud laboral”.
“Se trata de un paso muy importante de cara a la Expo, porque aleja cualquier horizonte de conflictividad para mucho tiempo, lo que redundará en una mejor imagen de la ciudad de Zaragoza en particular y de la hostelería aragonesa en general”, ha subrayado.