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| Los Mallos de Agüero | JOSÉ ANTONIO DUCE |
La zona prepirenaica sigue siendo el escenario de la colección del genial fotógrafo José Antonio Duce titulada “Aragón en mi recuerdo”. En esta ocasión, el artista nos trae una imagen del pueblo oscense Agüero que aún mantiene la fachada que presentaba siglos atrás
El municipio, enclavado en las montañas pirenaicas y protegido por los mallos, constituye el núcleo de la Comarca de la Hoya de Huesca. Situado en lo alto de una elevada loma, las calles de Agüero suben y bajan desafiando a la gravedad con pronunciadas pendientes que conectan unas viviendas con otras. Estas presentan las mismas tejas y piedras que fueron utilizadas para su construcción; si bien es cierto que el tiempo ha hecho mella en ellas, los mallos, conglomerados rocosos formados por los afluentes del río que bajaban desde los Pirineos hasta el valle del Ebro, han sido sus mejores guardianes.
Tal es la importancia de estas barreras naturales que la villa es popular precisamente por su emplazamiento, conocido como los Mallos de Agüero, que marca la frontera entre las sierras del Prepirineo con el Somontano. Por eso. el fotógrafo Duce ha querido dejar plasmada en su cámara cómo esta imponente formación geológica se funde con la pequeña villa oscense.
Pero el municipio de Agüero también es conocido por la Iglesia de Santiago, una construcción románica situada a 700 metros que data del siglo XII y fue declarada en 1920 Monumento Nacional. Un monumento con una inquietante característica: aunque en un principio iba tener la forma de cruz latina, la nave no se terminó de construir y se cerró con tan solo un crucero y tres ábsides semicirculares. Los habitantes de la villa aún continúan especulando sobre el porqué de tanta premura.
