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| Visión de Duce de Agustina de Aragón | JOSÉ ANTONIO DUCE |
Agustina de Aragón, heroína épica de la Guerra de la Independencia, frenó la entrada de los franceses durante el asedio a la ciudad de Zaragoza, el 3 de julio de 1808. Por ello, fue condecorada por el general Palafox como subteniente con el uso de dos escudos; “Defensora de Zaragoza” y “ Recompensa del valor y patriotismo”. Hasta el final de sus días, se dedicó a defender la libertad de su pueblo.
Mujer decidida, a sus 22 años tomó la decisión acertada en un momento de agotamiento de las tropas defensoras. Entre las numerosas víctimas, Agustina se hizo con el control de un cañón, disparando y causando cuantiosas bajas entre el ejército francés, impidiendo, de este modo, que estos atravesaran una de las tres puertas de entrada a la ciudad, la del Portillo.
El 14 de junio de 1870, sus restos fueron trasladados a la ciudad de Zaragoza. Depositados en principio en la catedral del Pilar, finalmente se ubicaron en la Iglesia Nuestra Señora del Portillo, próxima al lugar donde batalló. La tumba de alabastro contiene tres nichos, en los que descansan las heroínas de la Guerra de la Independencia: Casta Álvarez, Manuela Sancho y Agustina de Aragón.
