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| Ortega y Prendes descansan entre jugadas | |
El CAI Balonmano Aragón accedió a las semifinales de la Copa EHF tras remontar la ventaja de tres tantos (33-30) del partido de ida que tenía el Chambery Savoie francés, después de un encuentro con un final agónico y en el que la actuación del meta Pablo Hernández fue clave para superar la eliminatoria.
El conjunto zaragozano consiguió gozar durante la mayor parte del enfrentamiento de una cómoda renta de entre 5 y 6 goles, pero en los últimos instantes el conjunto de la Saboya francesa aumentó su intensidad defensiva y estuvo cerca de poner en un aprieto al CAI Aragón.
Con 30-26 (sólo un gol de ventaja para el CAI en el global de la eliminatoria), y a falta de poco más de dos minutos para la conclusión, fue excluido por dos minutos Hussein Alí Zaky lo que hizo temer por el encuentro.
Sin embargo, el cancerbero aragonés Pablo Hernández realizó dos intervenciones providenciales en dos ataques de los franceses que les impidieron acercarse en el marcador y salvó la eliminatoria.
El inicio del encuentro fue un fiel reflejo de la importancia del mismo. Un juego descontrolado y a una velocidad alocada que sin embargo favoreció al CAI Aragón.
La gran defensa de los propietarios del terreno, unida a la gran labor del meta esloveno Beno Lapajne permitió al conjunto maño ponerse por delante en la eliminatoria en el minuto 13 (7-3) por primera vez.
Prueba del excelente sistema de contención maño fue que los visitantes solo habían conseguido en ese minuto tres tantos, algo que hablaba muy bien del CAI.
A pesar de la dureza de la defensa gala el equipo de Veroljub Kosovac era capaz de realizar buenas circulaciones y hacer subir la diferencia poco a poco hasta llegar a tener un máxima renta de siete tantos en varias ocasiones, aunque finalmente el Chambery se fue al descanso con una desventaja de cinco tantos (16-11) que le seguían dando opciones, y eso que el CAI llegó a fallar dos penaltis en este periodo.
Tras el descanso la contundencia de las dos defensas arreció y el partido se convirtió en un carrusel de exclusiones por uno y otro bando, pero especialmente por el francés, lo que le impedía acercarse en el marcador y estar siempre con cinco o seis goles de desventaja, aunque el gran partido de Bertrand Roine, con seis tantos en el segundo periodo (9 en total), mantenía al Chambery en la eliminatoria.
Sin embargo, la exclusión de Zaky cerca del final puso un nudo en la garganta a todos los aficionados del pabellón Príncipe Felipe que vieron peligrar el partido hasta que emergió la figura de Pablo Hernández, que había entrado en el encuentro mediado el segundo periodo, y que con sus dos intervenciones resultó ser clave para decantar la suerte de la eliminatoria frente a un gran equipo.
