El Zaragoza no logra ganar al Villarreal a pesar de ser superior

Oliveira

A pesar de caer derrotado por dos goles, el Real Zaragoza tiene otra cara con Manolo Villanova: es más ordenado y sabe a lo que juega. Este domingo el acierto del meta Diego López, la falta de puntería de Oliveira y alguna ayuda arbitral arrebataban la victoria a los maños, que estaban dando un baño al Villarreal en su propio campo.

En el mundo del balompié todo puede pasar, y así ocurrió. El Zaragoza jugó bien, controló el balón, tuvo oportunidades y dominó a su rival. Pero perdió por dos goles.

El Villarreal llevaba sin ganar en casa desde el 19 de enero. Pero gracias a un portentoso Diego López, los de Pellegrini obtuvieron los 3 puntos. El Zaragoza, plagado de bajas, con un lateral de circunstancias, Zapater, y sin su pichichi Diego Milito puso contra las cuerdas al Villarreal, uno de los mejores equipos de la Liga. Los amarillos, que venían de ganar en el Camp Nou, fueron superados en todas las líneas por los blanquillos.

Manolo Villanova había leído muy bien el partido, el Villarreal es un equipo que sin el esférico no tiene muy claro qué hacer. Para evitarlo, el técnico maño llenó el césped de centrocampistas y el Zaragoza disfrutó plácidamente del cuero, con un extraordinario Sergio García creando peligro en cada acción y Oliveira fijando el objetivo.

EL Villarreal sólo hizo dos cosas, sus dos goles. El primero a los diez minutos. Nihat con un hermoso control recogía un pase de Senna, y batía a César. Y el segundo en el 65 en un penalti de Paredes a Rossi, una pena riguroso porque minutos antes veíamos una acción calcada en el área valenciana, que no fue sancionada.

El héroe villarealense fue su portero. Diego López salvó en la primera mitad tres balones de gol y, cuando el cuero le superó, le salvó la madera. Oliveira, ya no sabia por donde probar. Tras el descanso el brasileño cruzaba demasiado, y después de llegar el 2-0, otros dos paradones del meta amarillo, ante Diogo y Oliveira de nuevo.

Lo más importante de este partido, la imagen dejada por el Zaragoza. No se dejó amilanar, y a pesar de ir detrás, no dejó de empujar y atacar. El conjunto de Villanova tiene todas las ganas que el de Irureta no reunió en todos los encuentros que jugó. Una gran noticia para el zaragocismo.