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El grupo zaragocista |
El conjunto blaquillo está obligado a anar si quiere volver a engancharse a los puestos altos de la tabla. Evitar los costosos fallos defensivos es el primer objetivo.
Ya lo sabíamos todos: largo y tortuoso. Así va a ser el camino por la Segunda Dívisión española de fútbol para el Real Zaragoza. Ahora dependerá de cuánta cantidad de suspense le quiera dar el equipo maño a su ascenso o no ascenso. De momento, en estas primeras jornadas ligueras, a pesar del cambio de entrenador y de varios jugadores, el aspecto es demasiado similar al de antaño: errores defensivas equivalentes a la pérdida de partidos.
Esta tarde tiene el Zaragoza la oportunidad de comenzar a redimir sus pecado frente a otro semi-grande venido a menos como es el Club Deportivo Alavés. Un equipo ya acostumbrado a vivir en la sombra de la Segunda División y que en pretemporada ya le enseó al conjunto aragonés de qué va esta historia de la Segunda (victoria de los vitorianos sobre el Zaragoza en el partido que servía como presentación del Alavés).
Desde entonces han cambiado bastantes cosas, como la defensa del Zaragoza, principal sospechosa de todo, que presumiblemente puede volver a juntar las cuatro «P», es decir, Pignol, Pulido, Pavón y Paredes. La única combinación que ha conseguido mantener la puerta a cero.
A las 8 de la tarde y en víspera de fiesta grande el Zaragoza deberá otrogar una gran victoria para los aficionados y para sumar algo de tranquilidad al ambiente.