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Una de las piezas de la exposición |
Este martes, Gonzalo Bujeda, presenta la exposición “Lecciones de la escuela”. La muestra recoge bajo este nombre genérico tres apartados que se podrán visitar hasta febrero, concretamente, hasta el 3 de febrero de 2008 en el palacio Montemuzo.
«Lecciones de la escuela» está dividida en tres partes: “Las vocales”, “Las preposiciones” y “Frases”, a las que hay que añadir un cuarto apartado titulado “Antes y después”. En las dos primeras, el soporte es el papel y en la tercera, DM de 3 cm. con formatos mayores y polimétricos. En esos tableros hay vaciadas diversas letras mayúsculas, que en alguna de las ocho obras dan pie a una frase pintada como “Esta es mi tierra”, “Sí o si”, “Aguayo desde Sotillo” o “¡Rojo!
Las cinco vocales, en papel Arches 850 g/m2. de 56 cm. por 76 cm., recuperan muchos de los modos de los últimos informalismos y cada una guarda una relación con la aspectos de la realidad. El material es preferentemente tierras diluidas y pastel.
Las 19 preposiciones -las que se enseñaban en las escuelas de los años 60 -papel Guarro 240 g/m2, 52 cm. por 70 cm.-, se resuelven por la relación entre un trazo y una superficie rectángular, siempre de la misma proporción y diferentes perfiles. Carbones, pasteles y tierras naturales de distinto cromatismo y procedencia, son los materiales empleados para delimitar los rectángulos que es dónde reside la parte más pictórica.
En una de las salas, y con en título “Antes y después”, se ofrece una selección de obras nunca expuestas o no presentadas en Zaragoza, fechadas desde los años setenta, hasta algunas contemporáneas de esta “Lección de escuela”. Hay encargos, propuestas y bocetos de proyectos próximos.
EL AUTOR
Su relación con el mundo de las artes plásticas, tanto como pintor, crítico o informador, viene desde 1964. Como Luís J. García Bandrés -su verdadera identidad- mantuvo una estrecha relación con lo sucedido en el mundo de las artes plásticas, tanto en Aragón como fuera de ella. Especialmente en los años 70 y 80. La primera exposición individual de Gonzalo Bujeda es de 1992 cuando él decide hacer acto de presencia en la parte más activa del escenario cultural. Ya podía dar el paso hacía otro lugar del escenario cultural. Gonzalo Bujeda es pues un seudónimo -elegido por diferentes razones- con el que proteger su trabajo como pintor. Desde entonces ha sido 16 las muestras presentadas preferentemente en Aragón, aunque su obra también ha llegado a Barcelona, Madrid o Valencia.
Su estilo trata de avanzar y personalizar en los logros de las últimas tendencias no figurativas. Los temas parten de sus circunstancias reales y cercanas -vivencias, conocimientos- plasmados cuantitativamente a la medida de cada uno de los espacios. No pinta y luego busca una exposición. Acepta una propuesta y después desarrolla la idea. Su obra tiene un sentido informativo, casi es la ilustración de una historia. Posible influencia de su trabajo como periodista. Así “Instantáneas”, “El color del campo” y “Por la señal” eran una evocación de su Peracense como espacio. “Con el paso del tiempo” era un análisis y reflejo de la historia de una rama de jara, de las que crecen en La Nava de Peracense. “El testimonio del escriba”, dedicada a Miguel Bordejé, trágicamente desaparecido, eran recuerdos de los momentos vividos por o con el amigo. “Puertas” era al mismo tiempo un recuerdo de las primeras lecciones de geometría o gramática y también una propuesta de cómo el pasado impregna la casa dónde vives. Atrapados en puertas-fronteras estaban los recuerdos, puertas que también “dibujaban” lo que ven. “Ventanas a la tierra” hablaba de la naturaleza y de Aragón. “Con nuestros amigos”, otro homenaje a Miguel Bordejé, fue un pretexto para reinterpretar a los artistas que le han atraído o influido. Finalmente, “Atalaya abierta” era una reflexión sobre la historia de la torre, su leyenda y su papel en la Guerra Civil.
El prólogo del catálogo ha sido escrito por Sebastiano Grasso, redactor-jefe, responsable de Arte/cultura en el “Corriere Della Sera”, amigo de Alberti y Moravia y el poeta italiano con más proyección internacional. De quien, próximamente serán editados en España “El talco bajo las bailarinas”, con prologo de José Saramago y “Antología”, con prólogo de Evgenij Evtushenko.
TRAYECTORIA
Exposiciones:
1980: Homenaje a Julieta (colectiva). Galería Costa/3.
1992: «Instantáneas». Sala Barbasán (Zaragoza). «El color del campo», exposición por las calles de Peracense (Teruel).
1993: «Paisajes y Pinturas”, comparación realismo-figuración expresionista, con González Laguens, Sala Calasanz (Zaragoza).
1994: «Por la señal». Sala de la Escuela de Artes (Zaragoza).
1996: «Con el paso del tiempo». Sala CAI (Huesca).
1997-1998: «El testimonio del escriba», en la sala de la UNED de Calatayud (Zaragoza) y Galería Spectrum (Zaragoza).
1999: «Puertas». Sala Juana Francés (Zaragoza).
2003:”Ventanas a la tierra”. Castillo de Rubí. (Barcelona).
2003/2004: Itinerancia de “Ventanas a la tierra”, patrocinada por el Gobierno de Aragón, por Barcelona, Valencia, Madrid y Zaragoza, la sala “Maria Moliner”.
2004: “Con nuestro amigos”. Torreón de los Borja. Borja (Zaragoza).
2005: “Atalaya abierta”. Torre de doña Blanca (Albarracín).
2007: “El cobijo” (colectiva). Sala “El sol sale para todos” (Zaragoza).
Ilustraciones:
1993: «Por qué en Aragón se entiende a Miró», portada e interiores del nº 24-25 de la revista Turia, dedicada a Joán Miró.
1999: «Sobre los fanatismos y sus consecuencias», para el libro de relatos «El espejo de la memoria» de Javier Rueda.