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La actriz Ana Gracia |
Este lunes, “El reservado”, programa que presenta y dirige Luis Alegre en Aragón Televisión, contará con la presencia de Ana Gracia, una de las grandes actrices aragonesas de la historia. Al día siguiente, martes 23 de octubre, la actriz participará en “Fila 12”, el ciclo de conferencias sobre cine que se celebra en el Ibercaja Zentrum de Zaragoza.
Ana Gracia nació en Tamarite de la Litera (Huesca) en 1959 y a finales de los años 70 se marchó a Madrid para consagrarse a la interpretación. Desde entonces ha interpretado numerosas películas (“La vaquilla”, “Réquiem por un campesino español”, “La reina del mate”, “Todos los hombres sois iguales”, “La niña de tus sueños”, “Krampack”) y series y dramáticos de televisión (“Gatos en el tejado”, “Mujeres al vapor”, “Motivos personales”, “CLA No somos ángeles”).
Sin embargo, ha sido su extensa y brillante trayectoria en el teatro –es una de las actrices que mejor han interpretado a los personajes femeninos de la obra de Hamlet- la que le ha reportado un enorme prestigio. Desde hace años combina su carrera como actriz con su dedicación a la enseñanza en la escuela de interpretación de Juan Carlos Corazza.
Durante la charla con Luis Alegre, Ana Gracia cuenta cómo sus padres se enamoraron en el cine de su pueblo: su madre era una gran aficionada y su padre era el acomodador de la sala. Recrea también sus años de infancia y adolescencia en Tamarite, la educación del colegio de monjas al que acudió o sus primeros amores.
Habla del nacimiento de su vocación, de las dificultades de su oficio o de su relación con Antonio Banderas, al que conoció en el rodaje de “Réquiem por un campesino español”, película en la que interpretaba a la novia de Paco el del Molino, el personaje de Banderas.
La actriz también habla abiertamente de una experiencia crucial: el accidente de tráfico que estuvo a punto de acabar con su vida y que le marcó para siempre.
4 Comentarios. Dejar nuevo
Si es que en Aragón tenemos buenas actrices, anda que esta no lleva buena trayectoria a sus espaldas, y caemos en la cuenta ahora de que es de aquí.
Un abrazo