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| El vaquero Woody | |
Once años después, los juguetes más intrépidos y divertidos del panorama Disney regresan para volver a encandilar a los pequeños… y a los mayores.
Muchos emulamos al vaquero Woody y gritamos «Yihaaaaaaaaaa!» cuando nos enteramos de la nueva entrega de las aventuras de estos peculiares y animados juguetes de plástico. Y es que han pasado ya algunos años desde que Pixar y Disney creasen una de sus obras de animación de mayor éxito, pionera de una nueva técnica audiovisual. Hoy, continúan manteniendo el nivel y no defraudan al espectador, que sale del cine con una gran sonrisa y la sensación de haberse reencontrado con sus héroes de la infancia. Además, y para no quedarse obsoletos, incorporan la popular tecnología 3D, desde mi punto de vista prescindible en una historia ya de por sí de calidad.
En esta ocasión, Andy, que ya tiene diecisiete años, debe ir a la universidad, por lo que tendrá que decidir qué hacer con los juguetes con los que tantos buenos momentos ha pasado. ¿Donación o basura? Al parecer Andy lo tiene claro, nada de tirarlos. Se llevará a Woody a su periplo universitario y el resto se quedarán en el desván de su casa aguardando a que algún descendiente quiera utilizarlos. Sin embargo, el caprichoso azar provoca un malentendido y la madre de Andy cree que quiere tirarlos a la basura. Los juguetes, despechados y deseando escapar de su cruel destino, hacen lo imposible por ubicarse en las cajas destinadas a una guardería. Una vez allí, todo parece maravilloso, pero no tardarán en precipitarse los problemas…
