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| Casa de Épila: mi pueblo | |
Como canta Melendi en una de sus canciones: “Hoy comienza mi nueva vida… vuelo (y sigo yo)… a la capital”. No soy chica de ciudad, más bien todo lo contrario, una chica de las de pueblo de toda vida, pero evolucionada.
Este es mi cuarto año en Zaragoza, pero cada vez que vuelvo a casa por una temporada, aunque sea la más mínima, me cuesta reengancharme a los ruidos, muchedumbres y demás historias de la ciudad.
Todo el mundo dice que Zaragoza es una capital no muy grande y que es tranquila, pero para una chica que ha vivido durante toda su vida en un pueblo de 4.000 habitantes, esto es un mundo aparte. Me encanta salir de casa y decir “buenos días” y “hola” a todo el que me cruzo por la calle, me encanta salir de mi casa y tardar 20 minutos en llegar a donde he quedado con mis amigas porque he cogido “un capazo”, y creo que esto será imposible en la capital.
Pero tengo que acostumbrarme, tengo claro cual quiero que sea mi futuro: ¡viajar! Y vaya por donde vaya nadie me dirá nada. Así que escribiré de vez en cuando por aquí para dar mi particular “buenos días” al mundo y no sentirme tan extraña.
