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Planta de General Motors en Figueruelas |
Las Cortes de Aragón, en el último Pleno del año, han aprobado la Ley por la que se autoriza al Gobierno de de Aragón a conceder un aval a General Motors España S. L. que será garantía de las operaciones de préstamo o crédito que GM pueda concertar con entidades de crédito legalmente establecidas, por un importe de hasta doscientos millones de euros para la financiación de inversiones vinculadas a la puesta en marcha de la producción del vehículo Opel Meriva en la factoría de Figueruelas antes del 30 de abril de 2010.
La designación de General Motors España S. L. en febrero de 2006, frente a la planta de Gliwice (Polonia), para la fabricación de la próxima generación del Opel Meriva, tras un proceso de selección efectuado por General Motors Europa, supuso el reconocimiento de que la factoría de Figueruelas, sede de fabricación de la primera generación del modelo «Meriva», mantenía unos elevados niveles de competitividad y productividad y una muy buena posición desde el punto de vista tecnológico.
El consejero de Economía, Hacienda y Empleo del Gobierno de Aragón, en el transcurso de su intervención en las Cortes, ha destacado «la considerable contribución de General Motors España S.L. a la economía aragonesa, no sólo por su aportación en términos de producto interior bruto y de empleo, directo e indirecto, sino también porque, como gran empresa, ha representado y sigue representando hoy en día, un papel de referencia en el tejido empresarial aragonés».
Asimismo, la elección de la planta aragonesa para la fabricación de la nueva generación del modelo «Meriva» tuvo importantes efectos, en términos de inversión y empleo, ya que permitió garantizar el mantenimiento de los puestos de trabajo y de la producción en los próximos años no solo en la factoría aragonesa, sino, adicionalmente, en el empleo y producción del entramado de empresas auxiliares, y, como corolario inmediato, en el desarrollo y la propia sostenibilidad de los municipios y comarcas ubicados en el entorno de la planta.
Sin embargo, debido a los efectos de la actual crisis financiera y económica, de escala internacional, el acceso al crédito necesario para ejecutar nuevas inversiones se ha visto drásticamente recortado en los últimos meses dado que los mercados financieros, ante la situación de desconfianza generalizada, difícilmente responden con agilidad a las necesidades de las empresas. En particular, esta manifiesta falta de confianza y liquidez se ha traducido en un incremento de las garantías exigidas por las entidades financieras para suscribir operaciones de endeudamiento.
La consecución de los recursos financieros suficientes para efectuar la inversión asociada a la puesta en marcha de la segunda generación del Opel Meriva en el primer cuatrimestre de 2010, trasciende más allá de una mera cuestión sociolaboral en el seno de la empresa, dada la importancia que como factor de cohesión y vertebración territorial ha tenido General Motors España y su industria auxiliar.
Por todos estos motivos, según ha explicado el consejero Larraz, «el Gobierno de Aragón considera esencial, como una de las prioridades de su política económica e industrial, contar con una empresa como General Motors España S.L., que lidere un sector industrial fuerte a través del cual garantizar el crecimiento y el empleo así como la cohesión de los municipios y comarcas del entorno».