Hay que salir más a la calle

Hay que ir por ahí caminando para ver las cosas que no saltan a la vista, las cosas que ni saltan a los ojos ni te ponen en bandeja desde la tele. Esas cosas que no están en la agenda política ni mediática pero que afecta a la vida de la gente mucho más que, por ejemplo, ponerle música al himno nacional.

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Hay detalles y matices que no ves si vas en coche de casa al trabajo y del trabajo a casa o si sólo vas mirando hacia delante con unas orejeras. Si no se va por la calle disfrutando la acera de vez en cuando nadie se percata de cosas como esta:

Si no te das unos instantes para detenerte, no te enterarás de que 300 trabajadores de Siemens están peleando por defender sus puestos de trabajo ante el cierre de la planta en Zaragoza. Un drama que se está tornando demasiado cotidiano por aquí, con esa terrible palabra que asusta hasta al más aguerrido: Deslocalización. Un problema, por cierto, para el que la clase política no tiene solución aparte de sugerir vaguedades de invertir en I+D y similares. Y los sindicatos tampoco tienen mucho que aportar salvo conseguir el mejor acuerdo posible. Así ha sido en Ercros, Moulinex, Mildred y tantas otras. Y cuando ha venido alguien proponiendo medidas reales para mantener la producción y el trabajo en las plantas, como la participación pública en esas empresas, surgen los vigías de occidente para ridiculizar toda herejía que atente contra los mandamientos de San Libre Mercado.

Posiblemente si no uno no se detiene a perder cuatro segundos de su tiempo en leer una pequeña octavilla no se enterará de los planes de reestructuración de ciertas empresas de servicios que despiden a varias de sus empleadas.
Y si no fuera porque se oyen unos pitidos lejanos desde Figueruelas, no sabríamos que hay una lucha para evitar que OPEL abra la veda de las subcontratas y la precariedad.

Porque si uno se queda en casa y sólo desayuna, come y cena con telediarios trepidantes, información deportiva, corazonadas y demás cuchufletas, no se entera de que la gente está en la calle defendiendo su pan en este El Mejor de los Mundos Posibles.

¿Te vienes?