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Iglesias transmite un mensaje de confianza en el futuro a los desempleados y señala que «es comprensible la preocupación de los sindicatos por las medidas adoptadas, pero los acuerdos de Europa no ofrecían alternativas».
La crisis económica y financiera que desde hace dos años marca la preocupación de todos los países del mundo ha ocupado buena parte de la intervención del presidente en su intervención en el Debate sobre el estado de la Comunidad. Iglesias ha hecho un repaso al origen de la crisis y las medidas que se han adoptado en Europa, España y Aragón para concluir que “nuestra economía ha entrado en un periodo de estabilización, como muestran los indicadores económicos sectoriales”.
Una estabilización que sin embargo “no es todavía suficiente para generar empleo”. El presidente ha insistido en repetidas ocasiones que esta es “la cara más grave de la crisis. Cada familia que se queda en el desempleo es un drama y somos bien conscientes de ello. Nuestra preocupación y nuestros desvelos van seguir centrados en paliar lo más rápidamente posible esta lacra”. Ha señalado que “es comprensible la preocupación manifestada por los sindicatos” que han llevado a la convocatoria de una huelga “pero los acuerdos de la Unión Europea no nos permiten alternativas”.
Marcelino Iglesias ha destacado que mantenemos, pese a la grave situación de desempleo, un diferencial de seis puntos con el conjunto del país y ello “con un nivel de ocupación muy importante. Hoy, pese a la crisis, cada día trabajan en Aragón 115.000 personas más que hace diez años”. “Este mejor comportamiento del empleo no ha sido casual. Aragón emprendió hace años un trabajo de diversificación económica” que ha dado sus frutos.
Ha explicado como la automoción o la agricultura han reducido a la mitad su peso en nuestro PIB en poco más de diez años y ha confirmado con rotundidad que “cumpliremos los objetivos de déficit público fijados por Europa”.
En su amplio análisis de la situación económica se ha referido a la sólida situación del sistema financiero aragonés que “no se ha visto afectado por la ola de fusiones ni ha precisado fondos de ayuda del Estado”.