¿Que firme qué?

Hace poco escuché de boca de un amigo, en primera persona, que al penoso periplo de buscar piso de alquiler digno se ha sumado un escandaloso nuevo factor: el de los propietarios que pretenden hacer firmar un papel por el que te comprometes a no pedir las ayudas al alquiler de ZP.

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No tengo muy clara la razón por la que estos usureros se comportan de esta manera, pero se me ocurren varias: que no tengan el piso declarado (fraude), temas de hipotéticas complicaciones (que no se cuales pueden ser pues no estoy al día de todo este proceso), un odio visceral al gobierno actual (cosa que me podría creer viniendo de según que gentes), etc, etc. Pero sea cual fuere la razón, no hay por donde cogerlo. Dejando aparte el debate sobre si la medida de la ayuda al alquiler es mejor o peor, lo que está claro es que estas actitudes son inadmisibles. Que por una vez (o una de las pocas veces) que el estado se mueve para ayudar, siquiera tímidamente, a los jóvenes trabajadores en su acceso a una vivienda, de nuevo la corrupción y la usura se mueven en sentido contrario para que nada cambie. La legendaria reacción antónimo de revolución, contra medidas de progreso social. El puro interés económico descarnado, oculto entre los resquicios de la legalidad para así seguir asegurando beneficios sean en blanco o si es en negro mejor, y seguramente para seguir viviendo de rentas. De la otra parte, el currito ahogado entre subidas del IPC, subidas de precios gracias a la Expo, salarios que no suben y que produce bienes o servicios, que no escapa a Hacienda, quiera o no quiera, y que por primera vez ve que se le da una ayudita pero se encuentra con que esa ayudita a algunos propietarios les fastidia el chollo.

Indignadísimo estoy con este tema. Y que desde esta bitácora quede patente la denuncia contra esos sátrapas que ponen obstáculos al progreso social por el vil metal.

Espero que todo aquel que se encuentre con esa situación, haga lo mismo que mi amigo y los mande a freír espárragos. Como mínimo.