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| La primavera ¿altera la sangre o la vista? | |
Ya hace un mes que llegó la primavera, pero hasta hace tan sólo una semana, la estación más inestable del año no se ha manifestado tal y como es. Las lluvias y el frío han dado paso, de la noche a la mañana, a un sofocante calor para el cual nunca estamos preparados, pero cuando aparece sólo te apetece gritar ¡y yo con estos pelos!
Y es que la primavera nos “pilla” siempre con la bufanda y las orejeras puestas. Ya es tiempo de bermudas, faldas a lo pin-up y vestiditos playeros y la gente pensará ¡que gozada….! Pues no, será tiempo de enseñar “garra”, pero nuestros cuerpos llevan hibernando en unos vaqueros siete gélidos meses. Es imposible estar un poco mona con este color de lechuga y ni siquiera te puedes poner sandalias porque tus pies parecen un gusiluz. Por no hablar del contraste que hace el maquillaje con el resto del cuerpo cuando éste se muestra tal y como es.
¿Por qué es la estación del amor si estamos más feos que nunca? A mi parecer la primavera nos coge tan de repente que no nos da tiempo a ubicarnos. Tan sólo hay que pasear por la calle para ver un gran desfile de modelitos a cual más raro. Hay combinaciones tan misteriosas como falda de verano con botas de invierno; cazadora de invierno con chanclas; bufanda de nudo gordo con camiseta de tirantes…. y así infinidad de registros.
Al final, como todos estamos en el mismo barco tan sólo te queda dejarte llevar por el momento y empezar a tomar un poco el sol en una fantástica terraza mientras disfrutas de una cañita en manga corta. Seguramente no serás la más morena, pero tan poco la más blanca del lugar y ya se sabe que ¡mal de muchos………!
